Benvinguda

Benvinguts/des al meu bloc.
Sóc tianenc des dels 2 anys, amb anades i vingudes per motius de feina i personals, des del
nou segle que visc de forma definitiva al 'meu' poble.
Ara, arribada la cinquantena, he resolt comprometre'm políticament amb la independència del meu país: primer a la consulta Tiana Decideix, el desembre de 2009, i després de la creació de Solidaritat Catalana per la Independència, adherint-me i formant part del nucli del nou espai polític, especialment a nivell local i comarcal.
A partir de les eleccions municipals de 22 de maig de 2011, on la llista de Solidaritat per la Independència es va quedar a les portes d'aconseguir representació a l'Ajuntament de Tiana, vaig crear aquest bloc per anar expressant el meu parer sobre les coses que van passant al meu poble, i també sobre coses més globals de pensament social i polític, per dialogar amb tots aquells que hi vulgueu aportar coses.
Ara, abandonada la meva militància política de partit des de principis de 2013, la meva feina, com la de milers de catalans de la societat civil, es centra en entitats com el Fòrum Tiana Decideix, que alhora és la territorial tianenca de l'ANC. Aquest moviment ve de baix, i des de baix l'hem d'empènyer.

diumenge, 24 de juliol del 2011

La presión social moldea la memoria hasta el punto de hacer recordar hechos falsos

Un article molt interessant sobre la naturalesa humana. Clar que més o menys ja ho sabíem, però... és que a més ho han demostrat científicament!! MIREU SOBRETOT LA CLASSIFICACIÓ DE LES MEMÒRIES QUE HI HA AL FINAL.
Per cert... per a quan la Vanguardia online en català??????????????????????????????????????????

LA VANGUARDIA

La investigación explica el éxito de campañas de propaganda basadas en datos falsos | Es el primer estudio que explora qué ocurre en el cerebro cuando cambian lo recuerdos

Ciencia | 24/07/2011 - 00:00h- Josep Corbella Barcelona
Josep Corbella
No recordamos los hechos tal como ocurrieron sino tal como explicamos que ocurrieron, o como nos explican que ocurrieron, según se desprende de una investigación del Instituto Weizmann de Israel y del Colegio Universitario de Londres presentada este mes en la revista Science.
En una ingeniosa serie de experimentos, los investigadores han comprobado cómo la influencia de otras personas puede distorsionar nuestra percepción del pasado hasta el punto de hacernos recordar cosas que no ocurrieron en realidad, y de hacernos olvidar cosas que sí ocurrieron.
Observando con resonancia magnética qué ocurre en el cerebro cuando se le manipula de este modo, los investigadores han descubierto cómo se distorsiona la memoria. La clave está en la amígdala, un pequeño grupo de neuronas situado en el centro del cerebro que regula las emociones y que es clave en las relaciones sociales. Cuando lo que nos cuentan no coincide con lo que recordamos, la amígdala, en su afán por cuidar las relaciones sociales, envía instrucciones a otra región del cerebro –el hipocampo– para que elimine los recuerdos almacenados y los sustituya por otros nuevos.
Obviamente, no todo recuerdo se puede borrar ni cualquier recuerdo nuevo se puede crear. Si los recuerdos son lo bastante intensos, el hipocampo se resistirá a la presión de la amígdala. Y no todas las personas son igualmente vulnerables a influencias externas.
Pero los resultados de la investigación, apuntan sus autores, pueden cuestionar la validez de los testimonios en algunos juicios; pueden explican el éxito de campañas de propaganda basadas en datos falsos; y ayudan a explicar las adhesiones a sectas religiosas y a regímenes totalitarios.
La investigación se ha basado en 30 voluntarios que vieron un documental en grupos de cinco personas. Tres días después se les hizo un test sobre el documental para comprobar qué recordaban y hasta qué punto estaban seguros de lo que recordaban. Una semana más tarde, se les volvió a hacer el mismo test, pero esta vez se les dijo antes qué habían respondido las otras cuatro personas de su grupo. En la mayoría de preguntas, los investigadores les hicieron creer que las otras cuatro personas habían dado una respuesta que en realidad era errónea. Y se encontraron con que, en el 68% de las preguntas, los participantes cambiaron de opinión y dieron respuestas incorrectas a preguntas que antes habían contestado bien.
Hasta aquí, nada sorprendente. Este es un fenómeno psicológico bien conocido que todo el mundo ha experimentado: cuando uno piensa algo y todos dicen lo contrario, es probable que dude, se diga "me debo haber equivocado" y cambie de opinión.
La primera sorpresa llegó cuando se volvió a citar a los voluntarios para hacerles el test una tercera vez. Esta vez se les reveló que les habían engañado al decirles las respuestas de las otras personas del grupo. Les habían dado datos falsos, era parte del experimento. Así que les pidieron que se olvidaran de las respuestas de los demás y trataran de volver a dar respuestas correctas sin dejarse influir.
Demasiado tarde. En un 59% de los casos, los participantes recuperaron su respuesta correcta inicial. Se dijeron "ya me parecía a mí", otro proceso psicológico bien estudiado. Pero en el otro 41% de los casos, persistieron en el error. Ya no creían lo que era cierto, y que ellos mismos habían creído inicialmente, sino lo que les había sido inculcado por opiniones ajenas, y que en realidad era falso.
Las pruebas de resonancia magnética revelaron que estos cambios de opinión inducidos socialmente se caracterizan por una gran actividad en la amígdala, en el hipocampo y en las neuronas que conectan ambas regiones del cerebro. "Nuestros resultados indican que la memoria es altamente susceptible a ser alterada por la influencia social", escriben los investigadores, dirigidos por el neurobiólogo Yadin Dudai, en la revista Science.
Henry Roediger y Kathleen McDermott, psicólogos de la Universidad de Washington en Saint Louis (EE.UU.) que no han participado en la investigación, destacan que estos son "los primeros experimentos que examinan la base neural de cómo pueden cambiar los recuerdos cuando una persona se ve expuesta a los recuerdos de otros".

Distintos tipos de memoria

MEMORIA A CORTO PLAZO. También llamada memoria de trabajo, permite retener varios datos en el pensamiento a corto plazo. Por ejemplo, los números para hacer una operación matemática. Está ubicada sobre todo en el córtex prefrontal.
A LARGO PLAZO. Es el tipo de memoria en que se ha basado la nueva investigación. Para que una memoria a corto plazo se convierta en recuerdo, debe consolidarse en el hipocampo.
DE PROCEDIMIENTO. Asociada a habilidades motoras como ir en bicicleta, peinarse o batir un huevo. Es un tipo de memoria que no suele perderse aunque no se haya realizado una actividad desde hace años.
EPISÓDICA. Es un tipo de memoria en que estímulos dispares (como sonidos, imágenes, olores y sabores) se integran en un episodio. Es la que permite recordar experiencias pasadas con gran riqueza de detalles.
SENSORIAL. Es la habilidad de recordar sensaciones en ausencia del estímulo inicial.
ESPACIAL. Permite crearse un mapa mental del espacio. Localizada en el hipocampo.
FONOLÓGICA. Se refiere a la memoria acústica y lingüística.